martes, 13 de noviembre de 2018

¿Qué vida vivimos? - Sergio Sinay


Un libro que invita a reflexionar sobre la vida, sobre nuestra vida.
Con mucha claridad, riqueza y profundidad, el autor nos muestra los interrogantes que nos plantea la vida y nos da herramientas muy fundamentadas para nuestra reflexión y crecimiento personal.
Un libro para tener muy presente en las decisiones que tomemos en nuestro día a día.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Reflexionando con Jaime Barylko


Caña sí, cedro no

   Mi lucha en cuanto docente, escritor, hacedor de ideas, en contra la gente "poste", la gente que dice "ése soy yo, eso creo yo" y no da lugar a cambios; estoy contra la estructuración del ser humano en un estado definitivo, que impide que la persona crezca y la deja varada en los veinte o dieciocho años.
   Pascal decía que el hombre es una caña pensante. ¿Por qué caña? Porque la caña es frágil, pero se pliega a los vientos, es distinta en cada situación, y eso significa ser pensante.
   Desconcertante propuesta. Uno imaginaría que el ideal es ser alto y fuerte como el cedro, y no endeble y frágil como la caña que crece junto al río.
   Sin embargo, hay una explicación: Cuando un duro viento azota al cedro, éste se inclina y cae; si le pasa eso a la caña, ésta se dobla, deja pasar el viento, y luego se endereza y sigue existiendo.
   Caña y no cedros. Si fuéramos más caña, es decir más flexibles, con mayor disposición a cambiar de actitud, de mirada, de principios inclusive, sería más factible la comunicación.
   Yo te escucharía, vos me escucharías, podríamos comunicarnos en algo que no es mío ni es tuyo, algo en común, algo para lo cual sacrifico mi posición (como la caña que abandona su posición y se inclina para un lado o para el otro) y me pongo de acuerdo con vos, que hacés algo semejante.
   Lo que suele destruirnos no son los desentendimientos acerca de los grandes temas. No, en ese punto es fácil ponernos de acuerdo.

                                                    Fragmento del libro: VOLVER A CASA Un rescate de la familia
                                                                               De:  Jaime Barylko

sábado, 3 de noviembre de 2018

Nuevo Libro del Dr. Walter Dresel


Sinopsis

Hace casi dos décadas Walter Dresel invitaba a sus lectores a hacer una pausa y mirar en su interior, con el libro Toma un café contigo mismo, que se convirtió en un éxito singular no solo en ventas, sino también en repercusión por la manera en que logró conectarse con su público.
Hoy, este Toma un segundo café contigo mismo es una invitación a retomar el trascendente rol de la autoestima en el desempeño y gratificación que podamos recoger en nuestra vida, pero con la perspectiva de los años transcurridos. El mundo cambia y nosotros también lo hacemos. ¿Cómo nos ha ido en los últimos años? ¿Cuánto confiamos en nosotros mismos? ¿Qué ángulos debemos tener en cuenta en estos días para abordar con eficacia el auto-respeto? El autor nos ofrece bucear en lo más profundo de la autoestima mediante recursos prácticos para avanzar con pasos concretos en ser exitosos en aquello que de verdad nos proponemos.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Reflexionando con Allan Percy



Las marcas no son exclusivas de los productos que consumimos. Llevamos ropa de marca. tenemos preferencia por determinados artículos del supermercado, conducimos un coche de un modelo determinado... Quizá valdría la pena que nos hiciéramos también otras preguntas: Y yo, ¿qué marca soy? ¿Qué es lo que vendo a los demás? ¿Qué imagen quiero proyectar?
   En su libro Y tú, ¿qué marca eres?, la especialista en marketing Neus Arqués asegura que la marca personal se construye desde dentro, nunca desde fuera. No depende de la ropa que nos ponemos o de imitar a otras personas, sino de transmitir valores auténticos que sintamos como propios.
   Por lo tanto, para construir la propia marca antes de nada debemos hacer un ejercicio de introspección. Se trata de descubrir lo más genuino que hay en nosotros. Averiguar nuestras virtudes y nuestros valores nos hace singulares y nos permite comunicar esta singularidad a los demás.

martes, 23 de octubre de 2018

Entrevista a Francesc Torralba - Mundo Volátil





En este libro, el Dr. Francesc Torralba nos muestra claramente y con sólidos fundamentos, las características del mundo actual.
Nos da suficientes elementos para pensar, asumir cuál es nuestro lugar y ver dónde poner el acento para cambiar esta realidad que no nos gusta, por otro mundo mejor. 
Para decirlo con sus certeras palabras:
                                 
➽   "...un mundo pacificado, justo y equitativo; una esfera fraternal donde la
       diferencia no fuera perseguida, humillada y discriminada".

➽   "...un mundo civilizado, educado y culto donde las tensiones y los
       conflictos se puedan resolver a través de la palabra, del uso de la razón
       comunicativa".

➽   "...un mundo sin clasismo, sin violencia, sin despotismo, sin abusos y sin
       miedo al desastre ecológico venidero".

Creo que en la medida que todos aportemos los valores que poseemos, al servicio del bien común, este mundo será posible!

sábado, 20 de octubre de 2018

Reflexión del día: Con Allan Percy



Cuando lo normal no existe y la niebla cubre tus sentidos, el mundo no desaparece, sólo cambia, y a veces una mano amiga es lo único que necesitamos para volver a sentir la luz en nuestra piel.
   Helen Keller nació sana en el núcleo de una familia sencilla y feliz, pero la enfermedad se lo arrebató todo: la vista, el oído y la alegría. 
   Era una niña inteligente y activa que luchó en su más tierna infancia para comunicarse con el mundo, pero sus intentos se vieron frustrados y todos esos sentimientos se desbocaron convirtiéndola en un torbellino de rabia y violencia.
   Sin embargo, esta historia no tiene solo una protagonista, sino dos. Cuando Helen contaba seis años, su familia no podía tolerar más aquel comportamiento y no sabía cómo ayudarla, así que solicitó los servicios de una institutriz. Así fue como Anne Sullivan, la maestra y mejor amiga de Helen, aparecería en la vida de la pequeña inyectándole optimismo e ilusión por la vida.
   Sullivan ya había sido un ejemplo de fortaleza y arrojo. Había estudiado y superado su ceguera tras varias intervenciones, y ahora se dedicaba a ayudar a niños que pasaban por lo mismo que ella había tenido que sufrir. Pero ante el caso de Helen tuvo que hacer acopio de toda su valentía y paciencia, pues se encontró con una niña que no comprendía los conceptos, una pequeña que sin vista ni oído debía aprender de cero todo lo necesario para la vida.
   Gracias a la autobiografía que mucho más adelante Helen escribiría, podemos saber lo importante que fue la llegada de Anne a su vida, y cómo su dedicación hizo renacer en ella el entusiasmo, la alegría y el optimismo.
   Anne empezó enseñándole que cada cosa tenía un nombre y que cada nombre tenía un significado que se aplicaba al mundo. Cuando Helen lo comprendió, no podía dejar de preguntar y de desear aprender, mejorar y superarse.
   Sus carencias no fueron suficientes para desanimarla y, gracias a la amistad de Anne y a su incansable tesón, derribó los muros que la enfermedad le había impuesto.
   Helen aprendió el lenguaje de los signos; aprendió a leer y a escribir en braille, incluso a hablar varios idiomas. Su determinación fue tal, que en 1904 se graduó con honores en el Radcliffe College y llegó a ser mundialmente famosa. Un ejemplo no solo para los que sufren alguna carencia sensorial, sino para todo aquel que encuentre dificultades en su camino.
   No lo hizo sola, ya que se apoyó en Anne hasta que ésta falleció. Pero la fortaleza y la valentía no suponen enfrentarse al mundo solos, sino ser capaces de aceptar la ayuda que se nos ofrece y saber aprovechar todas las oportunidades que se nos brindan.
   Helen Keller demostró que luchar, aunque sea a ciegas, vale la pena.



sábado, 13 de octubre de 2018

Reflexionando con José Luis (Coche) Inciarte












Una fecha que nos ha marcado a todos. Que día tras día y año tras año, nos hace reflexionar sobre el milagro de la vida y de las relaciones humanas, que con tanta claridad, profundidad y riqueza, nos lo muestran en este libro Coche Inciarte y Soledad, su esposa.

jueves, 11 de octubre de 2018

Reflexionando con Francesc Miralles



NEWS
¿CÓMO ESTÁS? (12/03/2018)

Buenas tardes,
Uno de mis amigos más admirados es un joven empresario que me inspiró el maestro budista de La lección secreta. Tiene una veintena de empleados y cada día, al llegar a la oficina, antes de nada dedica unos minutos a cada uno de ellos para hacerle tres preguntas: 1) ¿Cómo estás? 2) ¿En qué estás? 3) ¿Cómo puedo ayudarte?
Conociéndole, quiero pensar que escuchará atentamente las tres respuestas, muy especialmente la primera, pues casi nadie lo hace.
El «¿cómo estás?» o el más informal «¿qué tal?» se han vaciado de significado, ya que muy raramente quien lo pregunta se detiene a escuchar la respuesta. Esto es así hasta el punto que tampoco respondemos, como si nos hubieran lanzado un «hola» de cortesía. Con un estereotipado «bien, gracias» o un neutro «tirando…» queda zanjado el asunto.
Y, sin embargo, quizás es la pregunta simple más significativa que se puede hacer a un ser humano, ya que este interrogante apunta a todo lo que nos pasa por dentro (y a veces por fuera), y entre todo ello, lo que ocupa el primer lugar en nuestro catálogo de preocupaciones.
Se ha establecido la convención de que el «¿Cómo estás» no signifique nada o, lo que es lo mismo, sea un comodín que puede significar cualquier cosa. A veces te dicen por teléfono o te escriben por whatsapp un «¿cómo estás?» que en realidad significa:
•      ¿Qué hay de lo mío? en todas sus variantes: ¿Has acabado el trabajo? / ¿Tienes ya el dinero? / ¿Cuándo vendrás a llevarte el trasto que dejaste en mi casa?, y otras cosas por el estilo.
•      ¿Puedo empezar ya a contarte cómo estoy? En este caso, se espera de nosotros la consabida respuesta neutra para, acto seguido, pasar al ataque después del «¿Y tú?» de cortesía.
Estos juegos demuestran aquello que dijo algún filósofo de que el uso de una palabra no compromete su significado.
Sin embargo, ¿qué sucedería si alguien tomara la pregunta al pie de la letra y contestara atendiendo a su verdadero significado?
Lo comprobó en propia piel un compañero de trabajo que tenía por costumbre usar el «cómo estás» / «qué tal» de forma masiva, como saludo estereotipado en cualquier situación social, incluso en actos tan cotidianos como comprar en un supermercado.
En una ocasión, me contó que la cajera de un supermercado a la que no conocía de nada contestó coherentemente a la pregunta explicándole cómo se sentía aquel día y por qué se sentía así, con lo cual se quedó boquiabierto. De no haber tenido pareja, me dijo, se habría enamorado de ella.
Vivimos en un mundo en el que, fuera del círculo íntimo, a casi nadie le interesa nadie. Por eso, tal vez la verdadera revolución emocional llegará el día que al preguntar «cómo estás» nos paremos a escuchar la respuesta y ésta salga del corazón, como la de la cajera.
Cuando llegue ese momento, estaremos todos sin duda mucho mejor.
¡Feliz semana!
Francesc


Un buenísimo Artículo para  reflexionar sobre nuestra comunicación cotidiana. Qué grado de importancia le damos a nuestras preguntas y cuánta coherencia ponemos en nuestras respuestas. ¿Son simples formulismos o salen del corazón? Intercambios que día a día se hacen rutina... qué bueno que los llenáramos de sentido y pudiéramos lograr una auténtica comunicación que nos enriqueciera a todos y nos ayudara a sentirnos mejor.

jueves, 4 de octubre de 2018

Reflexión del día: Con Allan Percy


  A diferencia de los animales, el ser humano es un ser programado para aprender en todas las etapas de su existencia. Es más: solo nos sentimos completos y realizados si, al final del día, hemos sumado algo más a nuestro bagaje como personas.
   Por lo tanto, la escafandra del optimista la forman también aquellos tesoros que va encontrando en sus exploraciones por los océanos de la vida. Éstos pueden ser:

   *   Experiencias que han compartido con nosotros personas de nuestro entorno.

   *   Lecciones que aprendemos de los problemas a los que nos enfrentamos día tras día.

   *   Una nueva técnica o habilidad que ayer no conocíamos.

   *   Un poema, una canción, una idea hallada en un libro, la inspiración de un conferenciante.

   *   ¡Las lecciones espirituales también cuentan!   

miércoles, 3 de octubre de 2018

Reflexión del día: Con Pilar Jericó



Un pequeño truco para ponerse las pilas, según la ciencia

Por Pilar Jericó

Imagina que tienes que hacer algo muy difícil, como pasar un examen, un complicado ejercicio físico o una presentación que te impone. ¿Qué podrías hacer para ponerte las pilas y salir motivado? Además del optimismo y la autoconfianza, existe un pequeño truco que tiene un impacto positivo: leer y reflexionar sobre frases inspiradoras. Al menos, esa es la conclusión de la investigación realizada por Jesús Alcoba y Laura López publicada recientemente en Europe’s Journal of Psychology.
Como se suele hacer en estos casos, se dividieron dos grupos de personas para que hicieran un ejercicio difícil. Antes de afrontar la tarea, a los participantes del primer grupo se les dio a elegir unas citas motivadoras de un listado, como la famosa de Michael Jordan: “He fallado una y otra vez en mi vida. Por eso he conseguido el éxito”. Las personas del segundo grupo trabajaron con frases neutras y aburridas como: “La falta de mano de obra cualificada ha dificultado la recogida de la fresa en Huelva”. Pues bien, después de este ejercicio, se les solicitó hacer otro prácticamente imposible y aquí surgió la diferencia. Mientras que los segundos abandonaron al cabo de 758 segundos, los primeros, que habían reflexionado con las frases inspiradoras, llegaron a aguantar hasta 1.109 segundos, es decir, un 46% más de tiempo.
En un segundo experimento se sometió a los participantes a un ejercicio diseñado para agotar su fuerza de voluntad y aburrirles. Después se les invitó a participar en un segundo ejercicio y, de nuevo, se hicieron dos grupos. Aquellos que reflexionaron con citas motivadoras aguantaron un 35% más. En resumen, las frases inspiradoras no solo te ponen las pilas, sino que también las recargan (o, en términos serios, recargan la fuerza de voluntad).
¿Por qué nos motivan las frases inspiradoras? Lo que decimos nos afecta. Y lo que nos decimos a nosotros mismos, aún más. Si nos repetimos que somos unos inútiles, por ejemplo, condicionamos la manera en la que afrontamos las dificultades. En sentido opuesto, si ante el mismo reto pensamos que podemos, que tenemos capacidad para conseguirlo, tendremos más probabilidades de lograrlo. O, como lo resumió el autor de El Arte de la Guerra, Sun Tzu: “El vencedor ya ha ganado antes de la batalla”. Pues bien, lo curioso de esta investigación es que estos mensajes que nos condicionan también pueden provenir de otras personas a las que admiramos (de ahí que hubieran sido seleccionadas previamente). O, como dice Jesús Alcoba, “las frases inspiradoras que constantemente compartimos en las redes sociales no solo nos ayudan a reflexionar, sino que pueden ser un poderoso aliado en el logro de nuestros objetivos”. Así pues, si nuestra mente funciona de este modo, aquí tenemos un buen truco para activarnos, en especial en momentos que estamos más decaídos o tenemos un reto para el que necesitamos un empujón. Y ¿cómo hacerlo en tu día a día?
Escoge citas que te ponen las pilas de personas que admires y ponlas a tu vista, ya sea en la nevera, en tu mesa de trabajo o en la sección de preferidos en tus redes sociales. Léelas y reflexiona sobre ellas antes de afrontar el problema o el desafío. Y es bueno que las vayas renovando, para que la mente no se llegue acostumbrar y te aburras.
El lenguaje crea nuestras realidades, pero también influye en nuestras capacidades, como demuestran investigaciones como esta. De ahí lo poderoso de repasar nuestros discursos internos antes de hacer algo que nos importa o de echar mano a frases que de verdad nos inspiren.


Extraído de: www.pilarjerico.com

lunes, 1 de octubre de 2018

¿Qué es la familia? Reflexionando con Jaime Barylko


¿Quién necesita familia?

   Te contesto ya: el que necesita ser necesitado. Vivir en familia es vivir por alguien, para alguien, ante los ojos de alguien que te vuelva alguien.

   ¿Para qué, pues sirve hoy esta institución llamada familia, casa?

La casa, función de refugio afectivo

   La familia sirve, pues, para algo totalmente nuevo: para ser persona, para rescatar la dignidad de la existencia humana frente a otra persona. Eso, solamente en casa.  En la calle eres una hormiguita viajera más o menos productiva, y llena de miedo porque en cualquier momento te pisan y te dicen: "¡Fuera del sistema, no corrés más!".
   No hay otra función para la familia que la de darnos el amor que nos rescata del anonimato.

   
   Volver a casa, al refugio entre tanta selva, tanto anonimato, tanta angustia de pasar, perder, dejar de ser, desaparecer.


Tres ejes: afecto, seguridad, compromiso

   Volvemos a preguntarnos: ¿Qué es una familia?, ¿cómo es?, cómo ha de ser para constituir un hogar, una casa, un refugio para el alma y para el ser personal?
   Sabemos, digo yo,  de la entretela, pero no de la tela. Hay una esencia y hay accidentes. Esencia es aquello sin lo cual no hay familia posible, sean dos o siete sus miembros. Esa esencia se compone de:
   -Afecto: te quiero, me querés, te necesito, me necesitás, nos necesitamos;
   -Seguridad: con vos estoy seguro, tranquilo, podemos discutir y hasta tirarnos (metafóricamente hablando) de los pelos, pero este conflicto con vos vale la pena, porque quiero estar con vos y nos comunica, porque estamos juntos pero somos distintos, y aunque discrepemos mañana te voy a seguir queriendo, queriendo verte, queriendo tu existencia en mi mundo;
   -Un compromiso y una reciprocidad responsable.

Te quiero significa me importás, y mucho

   Compromiso. Es la promesa de unos a otros. Nos prometemos cuidarnos, salir al encuentro del otro cuando nos necesita, ayudar al otro si está en las malas, ver al otro, registrarlo


Aunque no lo creas: el otro también existe

   Humildad, he aquí un tema. Respetar es tener humildad. 
   El otro también existe, no eres el único.
   En este principio está el fundamento de la ética, es decir de toda relación. Porque aunque no lo sepas, cuando estamos en relación con otros, estamos en situación de moral, de elección de valores. Yo o el otro. Yo sobre el otro. El otro sobre mí. O yo y el otro.
   La última, obviamente, es la opción que más dicha puede brindarnos. Para llegar a eso tenemos que descentrarnos, dejar de ser el centro, dejar de ser niños egocéntricos como en nuestra infancia. Salir del centro es necesario para dar lugar al otro, para no asfixiarlo con nuestra presencia.
   Y la humildad es la clave en la relación con los demás, con el otro. Para escucharlo, para aprender, para hacerlo significativo.



martes, 25 de septiembre de 2018

Reflexión del día: Con René J. Trossero



PASADO

Tu pasado puede ser para ti
la tierra firme,
sobre la que apoyes tus pies
para tu marcha.
Y puede convertirse en atadura
que te impide avanzar hacia el futuro.
Arráigate en él,
sin atarte a él. 
No te ates por la culpa
que entristece y paraliza.
Libérate con un perdón generoso,
reconociéndote el derecho
de crecer aprendiendo,
con aciertos y con yerros,
con virtudes y con pecados.
El perdón te arraiga en tu pasado;
la culpa te ata.
Tampoco te ates al pasado
con tus resentimientos;
esa maraña de emociones contenidas
y sentimientos amargos,
que te impiden vivir el presente
con frescura,
mirando y esperando
las novedades del futuro.
Libérate del resentimiento
con la gratitud.
Agradece todo lo vivido,
lo bueno y lo malo.
El hombre sabio sabe hacer
con lo malo de su vida, 
esos escombros que sostienen
la solidez de su edificio.
El resentimiento te ata a tu pasado,
la gratitud te arraiga en él
y te libera.







y sentimientos

lunes, 24 de septiembre de 2018

Reflexión del día: Con Allan Percy


¿Qué quería decir Kafka con esta reflexión? Nadie puede saberlo a ciencia cierta. Sin embargo, es indudable que el perro, además de compañero inseparable del ser humano, nos enseña virtudes que muchos han dejado de cultivar:

   *   Lealtad. No solo a una pareja o a un ideario. Igualmente importante es ser leal a uno mismo.
   *   Cariño. Expresar abiertamente aquello que sentimos por los demás.
   *   Valentía. Domar el miedo a través del coraje, sobre todo cuando se trata de defender a nuestros          seres queridos.
   *   Alegría. Los humanos deberíamos "mover el rabo" más a menudo a través de la celebración de          la vida cotidiana.
   *   Honestidad. Un perro es un ser en quien confiar: sabemos que estará allí cuando lo necesitemos          inmune al cansancio y a la decepción.

   Debemos aprender de los perros todo lo que hemos olvidado en el camino para volver a ser humanos.

                                                                                                      Allan Percy
                                                                                Del libro: KAFKA para AGOBIADOS